Lo que Ravi Ravindra, Pedro Picapiedra y Nicolas Cage trataron de decirme hoy

Hace unos días, me sucedió una cosa muy curiosa; como si un mensaje importante tuviera que serme entregado, sí o sí, ese mismo día; y como si todo se hubiese dispuesto para que así sea. Pues los distinguidos emisarios fueron un profesor emérito de la India, un viejo personaje de dibujos animados y un conocido actor de Hollywood.

El profesor emérito

El físico y conferencista internacional sobre ciencia, religión y espiritualidad, Dr. Ravi Ravindra concedió hace poco una entrevista al periodista Luis Davelouis. Me topé con ella al ojear —casi sin queriendo— el diario del domingo anterior. En la introducción, se planteaba el cuestionamiento existencial de "qué estoy haciendo y por qué lo hago", y el mensaje que Ravindra propaga por el mundo: "que lo que sea que hagas, tenga sentido".
El asunto está enfocado en tomar conciencia del sentido de nuestra vida y cuán alineado está con el sentido de lo que hacemos. Ahora, lo que hacemos se refiere, sin duda, al trabajo (profesión, negocio, medio de subsistencia), que es lo que más tiempo nos consume. Y es que lo que hacemos, si bien no nos define, a veces es todo lo que nos permitimos ser.

Ravindra establece el estado de equilibrio del hombre precisamente en esa alineación entre hacer lo que realmente quisiera hacer y aquello a que se dedica. Esto es mucho más importante que el cuánto dinero, prestigio o conocimiento tenga. Fue allí cuando una ráfaga me transportó mentalmente a mi segunda adolescencia.

El viejo personaje de los dibujos animados

A inicios de los noventa, el cantautor peruano Luis Enrique Ascoy grabó uno de los temas musicales que más me han impactado y con los que más me he sentido identificado: la Canción de Pedro Picapiedra,  basada en la serie de dibujos animados de los años sesenta "Los Picapiedra", de William Hanna y Joseph Barbera.

La canción narra cómo Pedro alcanza su sueño de ser millonario, gracias a los poderes mágicos de un ser del espacio —un personaje de la última temporada de la serie, llamado el Gran Gazoo—. En la parábola, Pedro se da cuenta de que, en realidad, la riqueza y el poder no le daban felicidad: extrañaba la simplicidad de su vida anterior, el tiempo libre, la familia, los amigos. Añora aquello que sí le llenaba, como me dijo alguien hace muchos años —en Paraguay, recuerdo—: el placer de las pequeñas cosas.

La canción dice así:

Un día, Pedro Picapiedra se cansó de sus penas,
del trabajo y de su patrón,
y a Gazoo le pidió que lo vuelva un señor
distinguido, sagaz, superior.

Y así, Pedro Picapiedra dejó atrás la pobreza,
y en un mandamás se volvió;
y Pablo le advirtió: te puede ir peor,
pero Pedro ya no le escuchó.

PEDRO, MI AMIGO, TU SUERTE CAMBIÓ;
HOY TU SUEÑO AL FIN SE CUMPLIÓ.
MIRA A LOS CHICOS A TU ALREDEDOR,
AHORA SUEÑAN TU MISMA ILUSIÓN.

Pero esta vida de ricos lleva siempre consigo
problemas y preocupación:
que un cocktail a las dos, y después reunión,
sin domingos, ni televisión.

Ya no hay boliche ni amigos, 
y Vilma quiere un abrigo
de piel de bisontosaurio;
y a Gazoo le pidió volver a lo anterior,
pues todo esto no lo imaginó.

PEDRO, MI AMIGO, TU SUERTE CAMBIÓ;
HOY TU SUEÑO SE DESVANECIÓ.
MIRA A LOS CHICOS A TU ALREDEDOR,
AHORA LLORAN TU DESILUSIÓN.

Y el gringo que hizo el dibujo, muy sagaz, muy astuto,
le da una sutil conclusión:
unos nacen pa' ser gente pobre siempre
y ellos nacen "gente superior".

Dirás que soy un iluso, mientras que a un primo tuyo
le siembran la resignación...
Piedradura hoy es este pueblo que ves,
y Picapiedra, mi amigo, eres... tú.

El conocido actor de Hollywood

Finalizando el día, en un taller de desarrollo profesional que tuve en el trabajo, la profesora de comportamiento organizacional, antropología filosófica y ética empresarial, Anabel Rapún, nos proyectó un extracto de la película de Brett Ratner, Hombre de Familia.

En la producción del año 2000, el actor Nicolas Cage interpreta al presidente de un importante banco de inversión norteamericano —me hizo recordar al avaro y desalmado Scrooge, de Charles Dickens—, que vive aparentemente una vida exitosa pero solitaria. La noche de Navidad, un ángel lo transporta a una realidad paralela, en la que estaba casado —con la novia a la que dejó por avanzar en su carrera profesional—, con hijos, con amigos, pero sin el trabajo que tenía, ni el dinero, ni el poder.

Al principio, obviamente, Nicolas Cage se ve desesperado y al borde de la locura, atrapado en ese "infierno"; pero a medida que avanza la película, va aprendiendo y valorando esa "nueva" vida, saboreando los pequeños detalles, permitiéndose amar y ser amado. Y como dice al final, fue "como ser testigo de un milagro".
Creo que el mensaje importante que estos tres emisarios trataron de darme aquel día es que quizás haya llegado el momento de tomar conciencia de mí mismo; de encontrar la suficiente energía, el interés y la disposición para tomarme más en serio, de que lo que sea que yo haga, tenga sentido. Ravi Ravindra dice que todos deseamos (y necesitamos) servir a un propósito valioso. Quizás allí esté la llave de la felicidad.


Fuentes:
Davelouis, L. (2013, 19 de mayo). "No seamos románticos, muy pocos seguirán este camino". Portafolio Económico, Año-2, n.° 66, pp. 10-11.
Internet Movie Database [IMDB]. (2013). Family Man (2000). Recuperado de http://www.imdb.com/title/tt0218967/
QuintaDimension.com. (2013). Los Picapiedras - El Gran Gazoo. Recuperado de http://www.quintadimension.com/zonacritica/Txt/239.shtml

Comentarios

Anónimo dijo…
hola me gusto mucho este blog... estube buscando la letra de estacancion de pedro picapiedra .. lamentablemente no encontre su cancion en audio en la web ... nose si la tubieras o puedes subirla a este blog ... seria lo maximo.....muchas gracias por la letra. que DIOS te bendiga.
Galileus dijo…
A propósito de la muerte de Philip Seymour Hoffman, la periodista Rossana Echeandía escribió el genial artículo "Éxito y autodestrucción", acerca de la "voluntad de sentido" que nos motiva en la vida: “quien tiene un porqué para vivir encontrará casi siempre el cómo”.

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