"Her" y la genialidad de Spike Jonze

Por Galileus y Shepherd

[Galileus]:
Hace unos días vi Her (o Ella, la traducción oficial para varios países hispanohablantes), la última película escrita y dirigida por Spike Jonze. Detrás de la trama futurista —de por sí fascinante e irresistible— que se nos anunciaba en los avances y críticas previas a su estreno en la cartelera local, no me imaginé experimentar una obra de arte con tal profundidad de emociones y cuestionamientos filosóficos vigentes y actuales acerca de las relaciones humanas, del amor específicamente, y de nuestra persistente búsqueda de la felicidad.

[Shepherd]:
¿Cómo me querré en el futuro —en un futuro no tan lejano—? ¿Cómo serán las relaciones interpersonales en ese futuro? ¿Serán necesarios los demás para sentirme querido? Llegué a preguntarme esto viendo un capítulo de la serie The Big Bang Theory, cuando Raj (el personaje indio con problemas para socializar con mujeres) se enamora de Siri... esa amable voz que hace más placentera su experiencia con el iPhone. Her va más allá, planteando con seriedad lo que en la serie de TV fue una broma más: la relación entre tu computadora y tú; sobre todo, si la voz de tu computadora es la de Scarlett Johansson (y no solo la voz sino la actitud también).

[Galileus]:
Her es una película que puedes hacer tuya dependiendo del nivel de apertura con que la veas. Uno puede apreciar y disfrutar el desarrollo de la pregunta fachada del filme: ¿podrían la adhesión y dependencia con la tecnología devenir en una relación más estrecha que involucre el amor entre hombre y máquina?; o dejarse llevar (además), de la mano del director (Jonze) y del talentoso Joaquin Phoenix —el actor protagónico—, por una historia de amor como cualquier otra, pero contada como ninguna otra.


[
Shepherd]:
Esta película puede abordarse desde varias perspectivas: la tecnológica, la psicológica, la filosófica, inclusive la religiosa. Es un poco perturbador imaginar que la tecnología va a llegar a los niveles que plantea Her, llegando por fin a superarnos (sistemas operativos sin las limitaciones corpóreas de los humanos, capaces de procesar cantidades obscenas e ingentes de información en milisegundos y de manera simultánea). Ahora, ¿el llegar a establecer ciertos vínculos con estas "entidades" podría traerle felicidad a alguien con problemas en relacionarse con los demás? ¿No sería maravilloso, para alguien así, encontrar una "entidad" que le entienda y que aprenda sobre él a cada segundo, que logre ser un (su) complemento? No obstante, Jonze nos advierte que estas "entidades" podrían terminar rompiéndonos el corazón.

[Galileus]:
Y es que quizás, como afirma el personaje interpretado por Amy Adams en la película, "el amor es una forma socialmente aceptable de locura"; un estado, un sentimiento, una fuerza sobre la que se ha escrito tanto a la largo de la historia, pero que cada ser humano reescribe desde su propia experiencia, desde su única y personal perspectiva. Películas como Her nos hacen pensar (o repensar) sobre esta insana y maravillosa gama de posibilidades, con todo lo que ello implica: el director del filme no deja de lado la inexorable relación entre amor y sufrimiento.


[
Shepherd]:
Respecto de las virtudes del filme, el soundtrack va perfecto; el tema original de la película (de Karen O y Ezra Koening) es mejor aún; y un tema aparte es la fotografía, que nos transporta a cada segundo hacia un futuro luminoso y epifánico.


[Galileus]:
Por varios días, luego de ver Her, trataba de recordar qué otra película había causado el mismo efecto en mí. Y fue recién ayer que, cuando conversaba con mi compañero de trabajo Iván Pastor —el popular "Shepherd"— acerca del filme, logré identificarla. Se trata de Lost in Translation (o Perdidos en Tokio), escrita y dirigida magistralmente por Sofía Coppola en el 2003, quien resulta que fue pareja de Spike Jonze.

[Shepherd]:
Resulta en verdad conmovedora esta respuesta directa y clara de Jonze a Lost in Translation —realizada por ella a tan solo unos meses después de separarse de él—. Nos deja el testimonio de su sufrimiento con la separación, y que, dentro de todo, él también se encontraba perdido en ese lugar extraño (¿la vida?), a la que trataba de entender.

[Galileus - actualización del lunes 3 de marzo]:
"El pasado es una historia que nos contamos a nosotros mismos" es la frase maestra de Her... con la que el (ahora también) ganador del Oscar al mejor guión original del 2013 —Sofia Coppola también lo ganó por Lost in Translation— nos conmina a abrir los ojos y la mente; a aprender de las experiencias y los errores del pasado; a romper paradigmas, a crear y a amar.

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